Esta receta me la recomendó mi gran amiga Carmela ("Cracky" en el foro de cocina) y la verdad, debo agradecerle que me insistiera tanto en que la preparara, pues además de ser una receta facilita, su sabor es sorprendente.
Eso sí, yo la he tuneado un poquito, jajajaja. La original sólo llevaba queso enmental, pero como en casa nos encanta el queso, decidí ponerle de tres tipos y de sabor intenso, para que se notara más. De todas formas, he de decir, que la textura es muy agradable y que, aunque llevara gran cantidad de queso, no tenía un sabor fuerte, sino todo lo contrario. Creo que el arroz lo suaviza un poquito.
Ingredientes
-Arroz
-Espinacas
-Queso roquefort
-Queso enmental
-Queso cheddar curado
-Pan rallado
-Huevo
-Aceite
-Sal
-Pimienta
-Ajo en polvo
Elaboración
En primer lugar, cocemos las espinacas y el arroz. Una vez cocido, ponemos en una sartén un poquito de aceite y rehogamos las espinacas previamente salpimentadas y condimentadas con ajo en polvo. Le agregamos los quesos a trocitos (la cantidad va en función del gusto de cada uno; en mi caso, le puse una tarrina de queso roquefort, 4 lonchitas de queso cheddar curado y otras cuatro de enmental. Si no os gusta con tanto sabor, agregad menos cantidad). Cuando esté derretido, añadimos el arroz y movemos.
Dejamos enfriar en un plato.
Por último, nos queda hacer las albóndigas, que como ya sabréis, es hacer bolitas (con mucho cuidado, pues se pueden desarmar), pasar por huevo, pan rallado y freir.
Ya sólo nos queda presentarlas, que eso, al igual que con el queso, va en función de lo que a cada uno le guste.
Nosotros nos las comimos con mayonesa y ketchup, más que nada, por falta de tiempo para preparar una salsa. Pero lo ideal, sería hacer una de pimientos del piquillo, por ejemplo y servirlas así. Estarían de miedo...
Espero que os gusten tanto como a nosotros. Nos ha sorprendido gratamente su sabor.
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